miércoles, marzo 27, 2024
LA ÚLTIMA GRAN BANDA DE ROCK AND ROLL
He estado escuchando como loco el álbum Black
Rose (1978) de Thin Lizzy, al punto que mi hijo ya se aprendió de memoria dos
temas: Toughest Street in Town, rebautizada según la ocasión como “Brigid Street in town” o “Flaitest sreet
in town”, y Waiting for an alibi.
Al principio no me gustaron tanto un par de
temas: S&M (sobre su enamoramiento con una prostituta), Sarah (dedicada por
Phil Lynott a su hija recién nacida), y Roisin Dubh (Black Rose) a rock legend.
Pero a las finales, es un álbum perfecto, redondo, aunque nada se te queda más
pegado por días y semanas que los dos temas favoritos que señalé en el párrafo
anterior.
El primer tema, “Haz lo que quieras”, tiene un
toque como de Suzi Quatro con Gary Glitter, así de glam, pero en versión hard
rock: una maravilla, y de ahí enlaza de inmediato La calle más Brígida del
pueblo, que tiene unos power chords que podrían haberlos hecho los Cockney
Rejects, y de hecho hay todo un toque pub/oi! cuasi punk que lo hace adorable.
Leí por ahí que Lynott apoyó totalmente el punk cuando surgió, pero que en la
era punk de algún modo su banda se vio como algo anticuada: dinosaurios del
rock, aunque dentro del linaje degenerado del rock and roll sostengo que Thin
Lizzy debe haber sido la última verdadera gran banda, justo después del eclipse
de T. Rex.
De hecho,
el productor de Rosa Negra es el gran Tony Visconti, de la fama de T.Rex y Bowie,
y se nota su toque mágico.
“Esperando una coartada” es pura poseía
callejera típica de Phil, la que ha hecho que en allmusic lo definan como
especie de Dylan/Springsteen cantando a la clase obrera en formato de rock
pesado. Porque claramente la banda debe haber influenciado a gran parte del
heavy metal de fines de los 70, sobre todo por esa twin guitar que es una
influencia evidente en Iron Maiden. Las dos guitarras, incluyendo acá al luego
muy famoso Gary Moore, se lucen y le dan un toque único. Por cierto: el solo de
Moore en el segundo tema es una maravilla.
Al igual que Lemmy y Mötörhead, Phil y Lizzy pueden
ser del gusto de punks y metalheads, porque lo que hacen finalmente es ni más
ni menos que Maximum Rock and Roll.
Hace poco también leí que Phil y algunos
miembros de Sex Pistols armaron una banda ad hoc, The Greedies, que lanzó un single
navideño en 1979.
De todos modos, conozco una pequeña parte de la
amplia discografía de Thin Lizzy.
Cuando tenía 15 años, en 1986, el profesor de música
del Liceo, que además me enseñaba guitarra eléctrica, me prestaba harta música,
y entremedio una vez me pasó el “Renegade”, de un par de años antes. Era el
último álbum, que muchos consideran de lejos el peor. A mi me gusta todavía,
con canciones como la que le da título, y “Mexican Blood”. No era el mejor
momento de Lizzy, y Phil murió poco después, pero sigue siendo superior a casi
todo el “rock” posterior y actual.
Y por ahí por el 2014 tuve que ir varias veces
por trabajo a unas audiencias judiciales en la localidad costera de Pichilemu,
aún bastante averiada por el maremoto del 2020. La copada agenda del tribunal
nos dejaba algunos días libres entremedio, y así casi de causalidad llegué a
ver varios conciertos de Lizzy en You Tube matando el tiempo en la habitación del hostal. Me encantaron, y después en el
Persa Biobío me compré el CD del Jailbreak (no confundir con la obra de AC/DC
del mismo nombre, también excelente), de 1976, producido por John Alcock, y que
justo ayer cumplió 48 años.
Para muchos esa es la obra cumbre de la banda.
No podría confirmarlo porque me falta escuchar como 10 discos más por lo bajo. Pero
sí: es un disco maravilloso, de principio a fin. Todo el mundo debería tener
una copia en su casa para homenajear al mulato irlandés. Desde “Jailbreak”
hasta “Emerald” el álbum te pasea por el mundo de Lynott, hijo del fugaz
encuentro de su madre irlandesa con un marinero de Martinica, anunciando un
estallido del que no todos saldrán vivos, paseando entremedio por el oscuro
romanticismo de “Romeo y la chica solitaria”, y en el tema seis con lo que
Greil Marcus definición con un verdadero hit veraniego: “The boys are back intown”, que creo que es su canción más exitosa y conocida.
Greil comenta:
Noten la letra cuando dice “El verano no está
muy lejos ahora que los cabros estén aquí de vuelta”, con la sorprendente
sugestión de que con su mera presencia Los Cabros causan un cambio de
estaciones!
Y concluye:
Esta canción no es el producto de la realidad
sino que del mito del rock; por medio de encantamientos busca restaurar el
lenguaje del rock a la simple realidad capturada sin esfuerzo por los Beach
Boys en “I get around”.
That´s right, Greil, y en
homenaje a todo esto, voy a abrir una lata de cerveza (siendo justo las 12 en
punto; soy un hombre de principios, y (casi) nunca bebo alcohol antes de mediodía).
--
Un amigo me hizo ver que en este entrada faltaba un dato importante: esas dos portadas de TL (junto a varias más) las hizo el artista irlandés Jim Fitzpatrick, famoso por su retrato del Che Guevara, y que hizo la portada del glorioso Underground Resistance de los glorioso Darkthrone.
Etiquetas: anti punk, heavy metal, memories of you, punk rock, rock (no punk)
domingo, marzo 10, 2024
Deathspell Omega y sus influencias: fragmentos de dos entrevistas
1.- Entrevista de no se sabe qué integrante de DsO con
Northern Heritage (2000)
NH: Tú eres de los que generalmente escuchan solo metal. ¿Cuánto
de eso es black metal y cuanto pesa el mensaje detrás de la música?¿Qué opinan
de mover la cabeza con el heavy metal tradicional y su ideología: música
fuerte, un montón de copete y minas para culear?
DsO: Black Metal es como el 95% de lo que escucho. El resto
es viejo Death Metal satánico y un poquito del Thrash Metal más crudo también,
y quizás 2 o 3 discos de Heavy Metal. El mensaje tras la música es
extremadamente importante, y bandas que hacen buena música con estúpidos
mensajes alabando la vida (como es a menudo el caso con el Death/Thrash/Heavy
Metal) es algo que yo no escucho. Todo debe ser bueno y extremo. Y en relación
a la actitud tradicional del Heavy Metal, creo que la gente que esté en eso y
yo no vivimos en el mismo terreno, y no tengo mucho respeto por ellos. Yo
también consumo alcohol, pero escuchando solo Black Metal y mutilándome hasta
que mis brazos estén llenos de sangre. Nada muy lindo ni buena onda como puedes
ver.
2.- Entrevista de no se sabe qué integrante de DsO con Bardo
Methodology (2019)
BM: ¿Cuánto del proceso de composición ocurre en lo que llaman
“estado-de-flujo” (Flow-state)? Esto es especialmente interesante considerando el
enfoque intelectual -que es lo que presumo que la gente encuentra “matemático”-
hacia los riffs, patrones de batería, y estructura general de las canciones.
¿Pueda esta música ser compilada sin una influencia consciente?
DsO: La verdad es que hay un montón de trabajo duro en el
viejo estilo detrás de todo lo que hacemos y esos momentos de gracia – cuando la
música y los textos parecen canalizarse casi de manera mágica – suelen ser el
resultado de una rumiación que puede durar por días, o meses, en un nivel
subconsciente. No descansamos, y todo esto es un llamado y está mucho más allá
de la obsesión. Es tanto la traducción de una Weltanschauung (Cosmovisión) como
la elección meticulosa de un set de herramientas.
Por ejemplo -los trabajos microtonales, música muy inusual para
los estándares occidentales, nos impacta por su habilidad para transmitir la sensación
de un malestar inminente. La Neue Musik también forjó la comprensión de que uno
no necesariamente tiene que razonar en términos de melodías, riffs y escalas
tradicionales sino que la música puede ser expresión de pura emoción abstracta;
que en el momento en que transformas los instrumentos orgánicos en animales
gritándole a la muerte, como hizo Penderecki en su “Treno por las víctimas de
Hiroshima”, has alcanzado un cierto lenguaje musical que produce una verdad no
adulterada. Añade a eso la pasión absoluta que sentimos por gran parte de la
música radical surgida desde los 60 -dentro de la que el metal extremo y específicamente
el Black Metal son, desde lo más primitivo a lo más ambicioso, por esencia un
género revolucionario y sin límites- y terminas contando con un amplio set de
herramientas disponibles en el proceso de escribir canciones. Una vez que la
narrativa conceptual está a nuestra disposición, tenemos fuertes imágenes y conceptos
que debemos transmitir. Aquí, nuestra
visión de mundo juega un rol puesto que tenemos un sentido de responsabilidad
en lo que hacemos. Déjanos referir de
nuevo a Paul Celan para propósitos ilustrativos: ritmos complejos o patrones numéricos,
ciertos patrones de acordes, el uso o el rechazo de la melodía son solo un
lenguaje que ocurre naturalmente como formas de expresión de individuos como
nosotros que no tienen un entrenamiento musical formal. Las bases de nuestras
canciones están siempre escritas en una guitarra Gibson desenchufada, para no
esconderse detrás de distorsión o efectos. Sólo la verdad desnuda de un
instrumento orgánico. Podría añadir que nuestro equipamiento es en verdad muy
cercano al de la típica banda hard-rock de los 70. Entonces lo que escuchas y lees es la proyección
de una visión.
Mientras el black metal constituye nuestras amadas raíces, el
cemento, y la manera en que definimos nuestra música, ciertamente reconocemos a
cada artista con la capacidad y a veces el coraje para ser un faro de luz en un
océano de conformismo -aunque lo sea por unos pocos años. A veces nos gusta
creer que existe un diálogo entre lo que hacemos y obras seleccionadas de John
Coltrane, BLACK SABBATH, Diamanda Galás, KING
CRIMSON, JUDAS PRIEST, el primer DEAD CAN DANCE, CELTIC FROST,
el primer KREATOR, NAPALM DEATH, el primer CARCASS – esas malditas “Peel Sessions”… MAGMA, YACØPSÆ, IMMOLATION, OXBOW, AMEBIX, Scelsi,
early AUTOPSY, GENOCIDE ORGAN, BRIGHTER DEATH NOW e IN SLAUGHTER NATIVES, PORTISHEAD, Allan
Holdsworth y el primer Nick Cave, Tom Waits y Scott
Walker, Wyschnegradsky, Penderecki y Ligeti, JOY DIVISION… Y hay muchos más. Nombrar todos estos
artistas en una sola bocanada de aire, como si fuera una entrevista en un
fanzine en 1993, fue un raro placer!
3.- Fragmento de ensayo del tema "Los fuegos de la frustración" (del album The furnaces of palingenesia, 2019)
4.- Video clip del tema "Ad arma" del (mismo album).
Etiquetas: black metal
domingo, marzo 03, 2024
Se apareció marzo
No me di ni cuenta de como avanzaron los días y semanas.
Pensé en varias cosas para escribir, y finalmente no escribí nada de nada.
A principios de febrero estuve con los compañeros de El Porteño en una nueva invitación a su programa Mate al Rey.
Pocos días después murió Sebastián Piñera al caer en su helicóptero al Lago Ranco, y los compañeros de Kalewche me pidieron un artículo al respecto. Sólo debo complementarlo señalando que pocas horas después de haberlo enviado quedó claro que las últimas palabras del especulador no fueron "Salten ustedes primero" como dijo su hermana, sino "¿Qué pasó?" (versión del empresario que lo acompañaba y su hijo).
Apareció el "Worship Him" de Samael a 6 lucas en el Persa, edición argentina, en la dirección que ya señalé unas entradas atrás. Y por segundos no me llevé el "Show no mercy" de Slayer al mismo precio, pues fue capturado por un adolescente con polera de Sadistik Exekution, así que quiero creer que quedó en buenas manos. Como premio de consuelo me traje el "Hell awaits", que no escuchaba desde que iba en segundo medio (y créanme que eso fue hace bastante tiempo). Tom Araya es manifiestamente un pelmazo reaccionario, pero qué le vanos a hacer...Lo mismo le pasó a King Buzzo y no por eso renunciaré a escuchar los discos antiguos de los Melvins.
El otro día iba caminando por las inmediaciones del Metro Tobalaba y unos periodistas me entrevistaron en relación a mi estatura (física, no moral). Lo bueno es que la polera de Deathspell Omega que lleva puesta apareció en el noticiero central de 24 horas en todo el país (y no olvidemos la señal internacional: gracias a eso me vieron mis parientes en Suecia). Mi hijo cumplió 13 y es apenas un poquito más bajo que yo.
NO tengo más que decir y lo estoy diciendo.
Deprime mucho no saber qué hacer para detener el genocidio en Gaza.
Aaron Bushnell tomó medidas extremas y se inmoló afuera de la Embajada de Israel en Washington DC.
--
Casi lo olvidaba: del paso por Neltume lanzando "La religión de la muerte" quedó este bello registro hecho por el compañero Javier.
La edición argentina del libro ya está en imprenta. Y en Chile está en imprenta la cuarta edición -aumentada- de Barricadas a go-go.
Etiquetas: nada, queca queca que calor
jueves, febrero 01, 2024
Mayhem según O'Malley
Seguimos con un poco más de Black Metal: la ola de calor en Santiago y Chile Central lo piden a gritos.
Les dejo 2 canciones de Mayhem escogidas por Stephen O´Malley (Khanate, Sunno((( entre otros proyectos), con dos vocalistas distintos:
ORDO AD CHAO (2007)
Canción: “Illuminate Eliminate”.
Attila es uno de los artistas más talentosos,
únicos y originales que me he encontrado. Su sentido de la metamorfosis, especias,
flores y abstracción sangran a través de su trabajo. Es un príncipe en el mundo
del metal, pero siempre lo he considerado al mismo nivel de artistas como Joan
La Barbara o Diamanda galas. Escogí una de sus piezas más desafiantes e
intransigentes de su segundo álbum con Mayhem.
(Dead)
LIVE IN LEIPZIG (1990)
Canción: “Buried by Time and Dust”
Dead, más que cualquier otra
persona, personifica la verdadera esencia del black metal. Él devino la muerte.
Todo después de su muerte fue en cierta forma una sombra o una imitación del
momento Ur-black metal de Mayhem. Su voz invocaba a la luna congelada,
enterrado en el tiempo, la puerta de la eternidad abierta. Necrobutcher ha
destacado la “intimidad” de su poesía/letras en un documental reciente, un
punto que yo no había considerado antes pero es la pura verdad. Me da escalofríos
cada vez que la escucho. Su voz era horror y dolor, él lo vivió y lo murió.
Una sombra.
(Tomado de: https://www.thewire.co.uk/audio/tracks/distinctive-metal-vocalists-according-to-khanate-stephen-o-malley-tim-wyskida-1 )
(Attila)
Etiquetas: anti punk, anti-arte, black metal, heavy metal
martes, enero 30, 2024
Aksak Maboul 2023
En los 50 mejores discos del 2023 según el staff
de la revista británica The Wire: aventuras en música y sonido, me topé con los
viejos amigos de Aksak Maboul, poderosa banda/ensamble belga que se formó a
fines de los 70 si no me equivoco (yeah: 1977), y cuya creatividad tal como se
manifestó de inmediato en albums como Onze Danses Pour Combattre la Migraine (“Onde
danzas para combatir la migraña”, de 1977) y Un Peu de l'Âme des Bandits (“Un
poco de espíritu bandido”, de 1980) los hacía un bicho raro incluso dentro del jardín
de bichos raros que era en esos años el movimiento internacional del Rock In
Opposition impulsado por Fred Frith y Chris Cutler (de Henry Cow y sus bandas posteriores: Frith
solo, News from Babel, Art Bears, Cassiber, Massacre, Naked City, por mencionar
unas pocas).
Hace un par de años tuve noticia de nuevas
grabaciones y performances de Aksak Maboul, tras un hiato de 30 años, cuyos
integrantes han sido bastante variables pero siempre girando en torno a Marc
Hollander y Veronique Vincent, y que a veces se confundían con la banda algo
más pop pero bastante inquieta también que son los Honeymoon Killers.
El disco nuevo se llama Une Aventure de VV(Songspiel), un doble LP en Crammed Discs. El tema seleccionado en el número 10 del playlist de The
Wire es “L´Ombre double (edit)”: una maravilla de experimentación inteligente y
juguetona: de un inicio con piano que podría sonar a un cruce de Satie con
Bartok hecho por proto post punks, se pasa al predominio de un teclado con esos
ritmos cumbian cha cha cheros a lo Residents/early Tuxedomoon.
Tal como dicen en su sitio bandcamp, sobre
textos de VV (Veronique Vincent) y música de Marc Hollander, esta obra rememora
un tipo de producción radial creativa ya extinta de los buenos viejos tiempos
de emisoras como BBC y RAI, que combinaban recitado, canciones, experimentación
electrónica e investigación sonora. Eran los tiempos de lo que Mark Fisher llamó
“modernismo popular”, y fueron destruidos por la contrarrevolución neoliberal
de hace 50 años.
Las canciones son cantadas por varias voces que
tal vez debería conocer, pero entre las que solo reconozco a Laetitia Sader de Stereolab.
Lo que me hace pensar por vez primera que en efecto hay harto de Aksak Maboul en
el Laboratorio ese.
Si un día triunfara la anarquía comunista, en
las radios nos toparíamos con este tipo de tesoros auditivos a cada rato. O sea…
Mejor vayamos a escucharlo completito right
now. Después volvemos.
(Se supone que debería estar haciendo otras
cosas en estos momentos, pero les dejo esta definición tomada de ahí mismo):
“La música, escrita y dirigida por Marc Hollander,
incluye su característica tendencia a saltar entre varios estilos: toques de
electrónica, pop, jazz, collage, tecno, ambient, improvisación, krautrock,
clásica contemporánea y música de sistemas, alegremente entretejidas en el
inimitable estilo Aksak Maboul”. Ese estilo, dijo un comentarista del segundo
album (1980) se podría describir como el de Faust junto a Pere Ubu haciendo
versiones de Igor Stravinsky.
Etiquetas: Niú Musick, Patafísica, somos la vanguardia de la sociedad del ocio
martes, enero 09, 2024
Metal Oscuro: encargos y hallazgos
Le encargué a un viejo amigo que
vive en Buenos Aires que me trajera algunos discos editados o distribuidos por
Icarus en Argentina. Otro amigo que vivió por allá y ahora está en el sur, me
había dicho que al parecer Icarus llega y edita una serie de materiales que no
cree que sean muy legítimamente autorizados, pero hacen buenas ediciones.
Escogí el “Desecration of Belo Horizonte” de Blasphemy (edición brasilera, con CD y DVD): brutal. Qué más se
puede decir sobre estos Black Metal Skinheads de Canadá. Ah: una anécdota de
otro amigo señala que estuvo carreteando
con ellos, y que el vocalista (Nocturnal Grave Desecrator and Black Winds) se
metía una línea de cocaína cada 5 minutos. En fin: eso explica bastante, por
ejemplo un comentario que alguien subió a YouTube comentando un concierto de
Blasphemy en Valdivia: “más duro que infancia en Siria”. También pedí la
edición Icarus del legendario “Live in Leipzig" de Mayhem, uno de los documentos
clave con el finado Dead en las voces. El segundo de Immortal, “Pure Holocaust”,
que junto a “Battles in the North” son, en mi humilde opinión de recién llegado, uno
de los mejores testamentos del Black Metal noruego de todos los tiempos. Basta con poner play y apreciar como en el
primer tema la batería digamos “normal” dura 9 segundos, y de ahí viene un
blast beat eterno que no aminora en la poco más de media hora que dura este
clásico.
Se habían agotado el primero de
Bathory y el “Worship Him”, debut de los suizos de Samael, en edición de Del Imaginario discos.
Así que en reemplazo terminé optando por el “Plague Angel” de Marduk, también
por Del Imaginario, lo que me hizo apreciar que hacen ediciones realmente
correctas con excelentes folletos e impresión.
El viejo amigo me hizo entrega de
estos materiales en una Schopería, y después me encerré como dos días en casa a
asimilar toda esta oscuridad.
Pero quedé con la bala pasada en
cuanto al disco de Samael y con curiosidad por otras ediciones de ese misterioso sello
argentino. Paseando por el Persa Biobío me topé luego con un CD que no trae datos
de edición ni fecha ni sello ni nada, y que reúne los primeros demos de los
suizos: “Into the infernal storm of evil”. Excelente material, con un sonido
más “no fi” que “lo fi”, pero permite disfrutar la magia negra de una banda totalmente
atípica (no es rápida, no hay blast beats, no hay solos de guitarra) pero
esencial. De hecho, recuerdo haber leído en una entrevista a Deathspell Omega
que en sus inicios (“Infernal Battles” y “Inquisitors of Satan”) se sentían mucho
más influenciados por Samael que por el black metal noruego o sueco.
Después me fijé en el CD de
Marduk que Del Imaginario tenía un mail. Escribí y me respondieron rápido,
diciendo que en el local 132/133 del Sector 4 del Galpón Victor Manuel del
Persa Biobío traían cosas de su catálogo. Así que el último domingo (primero
del 2024) partí en metro tras meter a la mochila dos latas de cerveza que tenía
refrigerando desde el día anterior. Llegué al lugar indicado, que resultó ser
una disquería por la que varias veces había pasado sin notar más que rock &
pop, y me encontré con una caja llena de
ediciones Icarus y algo de Del Imaginario. Lo sorprendente fue el catálogo
(varias cosas de Mayhem, Ulver, Satyricon, Marduk, Darkthrone) y los precios:
todos los CDs costaban 6 o 7 mil pesos. Los de DT (ediciones dobles de “A blaze
in the northern sky” y “Under a funeral moon”) costaban 10 mil, pero no lejos
de ahí los había encontrado hace meses a un precio mayor: 14 mil y algo.
En esta ocasión me dejé llevar
por los estímulos visuales y mis pretensiones de investigador, y me llevé:
-Ulver, “Nattens madrigal” (1997). Conocía la deriva más experimental de esta banda, por un LP compartido con Sunno))). Sabía de su origen Black Metal, pero no había tenido el placer. Este disco es la parte final de su trilogía inicial de LPs dedicados a la licantropía. Que había partido con el excelente “Bergtatt” (1995), único en sus vocalizaciones (no gritadas ni con voz de demonio, sino que cantadas en un sentido entre folk y de ensueño), seguido del hermoso álbum totalmente acústico “Kveldssanger” (1996), y que culmina con esta gran obra en 8 partes (la obra se subtitula: "8 himnos para el lobo en el hombre", en que el estilo gélido de BM recuerda el “Transilvanian Hunger” de DT, pero con todo respeto diría que se nota más la ejecución musical (recordemos que según el mito, todos los instrumentos en TH fueron grabados por Fenriz en su pieza, y luego envió el material a Nocturno Culto para que le agregara voces) , partes casi folk y un sinfín de maravillas y sorpresas que lo han convertido de inmediato en uno de mis discos favoritos de todo el género del Metal Oscuro. Destaco el tema 6 (no tienen titulo estos himnos), que tiene una estructura casi de canción pop, sonando un poco como...los Pixies con tremolo picking y blast beat...
Lo más destacable es el sonido,
sobre todo de las guitarras, que se escuchan como un riffage doble, pero además hay algo especial en el conjunto del sonido, en el ambiente que se logra, con comienzos falsos o pruebas que se escapan del tema, y que según leí tendría explicación en que este álbum fue
grabado al aire libre en el campo.
-Emperor, "Emperor" (1993)/”Wrath of the Tyrant”(1992). Nunca me ha llamado mucho la atención el estilo del BM “sinfónico”, con predominio de teclado. Cosas que escuché de los legendarios Emperor apenas me entretuvieron un rato, y pensaba que tal vez en gran parte su fama se debe a los homicidios e incendios que mantuvieron tras las rejas en su momento a al menos un par de integrantes. Pero no pude resistirme a esta adquisición porque acá se reúne el primer demo, y el primer EP.
Bastante buenos, a pesar del precario sonido del demo, que en
rigor hace que me guste mucho más que las grabaciones posteriores. BM glacial e
intenso, especial para tomar melón con vino y cerrar las persianas. El arte de ambos artefactos está tomado de ilustraciones de Gustave Doré: la Muerte y Leviatán.
-Satyricon, “Nemesis Divina”
(1996). Se trata de su tercer álbum, el más clásicamente black metal, y con
presencia de Nocturno Culto (de Darkthrone) en la guitarra. Es un artefacto típico
del BM noruego como mejor es recordado tres décadas después: rápido, complejo,
glacial, bestial. Hasta hay un par de clips, como el de su famosa canción “Mother North” (featuring la polola de Satyr). No soy un gran fan de todo lo que
hicieron después, pero este álbum hay que tenerlo cerca, sobre todo para
contrarrestar el calor del verano.
-Mayhem, “Ordo ad Chao” (2007).
Es fácil perderse en la trayectoria de una banda que comenzó en 19854 y aún
sigue. En este álbum se reincorpora cantando el famoso húngaro Attila Csihar (que fue llamado por Euronymous para grabar las voces del album debut, y dos semanas después, de vuelta en Hungría, se enteró de su asesinato, cometido por su bajista Vikernes), y demuestra que a
pesar de los estereotipos asociados a esta banda, ellos nunca han dejado de
seguir un impulso más experimental que los hace incursionar en paisajes sonoros
desolados, casi industriales, sin tratar de replicar sus primeros discos y sin
abandonar tampoco la esencia maligna y oscura del ensamble.
A la tercera escucha diría que este álbum es realmente bueno. Me ha sorprendido gratamente y le daré play de nuevo después de cargar más pilsen.
Attila tiene un par de albums solistas, como este que editó su amigo Stephen O´Malley en el sello Ideologic Organ. Junto al australiano Oren Ambarchi, los 3 forman el excelente proyecto Ambient-Ruin: ¿qué están esperando? Volumen a esos parlantes y obséquienle todas estas joyas a sus vecinos. Si ellos no lo aprecian ahora, sus hijos lo harán alguna vez -si Lucifer quiere-.
Como dijeron los Melvins de no me acuerdo cual disco: "La gente NECESITA OIR esto!".
-Trouble, “The Skull” (1985). Del
Imaginario (los anteriores son todos Icarus). Doom metal cristiano del mejor
que se ha hecho, junto a Saint Vitus. Este segundo álbum suena casi igual que
el debut de 1984 (“Psalm 9”): suenan como Black Sabbath (*) pero trasladados a un contexto de mediados de
los 80, con el típico sonido cuasi-glam de las guitarras de esos años, y
canciones lentas, pesadas y pegadizas, que en momentos aceleran parcialmente
para dejarte cabecear más intensamente, aunque ya no te quede mucho pelo. No sé
si cabe aclarar esto pero, en tanto ateo, puedo escuchar metal satánico y
también cristiano. Al final, no es mentira que el satanismo es una mera
inversión del cristianismo.
Cosa curiosa es que supuestamente el doom metal es una reacción contra la hipervelocidad del thrash/speed metal. ¿Pero por qué no se podría combinar todo eso en un solo disco o proyecto? No lo sé. Queda bien con partes lentas y rápidas en vez de solo lo uno o lo otro.
(*): De hecho, la madre de mi hijo, que tiene un excelente oído, se confundió y pensó que estaba escuchando la voz de Ozzy.
PS: No, aun no
encuentro el primero de Samael.
Etiquetas: buenos aires, Chantiago, heavy metal, psicogeografía
lunes, diciembre 04, 2023
The religion of death: 4 comentarys
Se nos olvidaba: nuestro principal auspiciador, el susodicho, ha encontrado dos almas bondadosas que no sólo leyeron su último opúsculo/mamotreto, sino que además lo comentaron.
Uno de ellos, el compañero Carlos de Valparaíso (o Villa Alemana?), envió su comentario a CIPER.
A su vez, el compañero Miguel desde Concepción redactó algo y lo hizo llegar a Ficción de la Razón.
Finalmente, se redactó también una columna breve sobre el anarcocaquismo, o según se prefiera, ancacap, versión argentina de esta variedad de lo que el compañero Ariel llama "kakismo": si entendí bien, el fascismo des-sacralizado y por tanto tratado como la verdadera mierda que es. Con ustedes: El joker en la Casa Rosada. Clap, clap, clap.
Un consejo de cierre: por favor, recuerden que somos punks. O sea, no escuchen tanto black metal. O al menos resérvenlo para el fin de semana. Sus familiares y vecinos se lo agradecerán.
--
Después de redactar lo anterior, apareció un tercer comentario, en La Boina Ácrata, a cargo de un compañero que estuvo en el lanzamiento en Librería Proyección, junto a Sergio Grez: Mutaciones posfascistas y una crítica al antifascismo.
Y por si fuera poco, en el número 138 (diciembre 2023/enero 2024) de Ciudad de los Césares. Revista de política y cultura alternativas, disponible en algunos kioskos de Santiago centro, Guillermo Andrade realiza una detallada crítica del libro. Es decir, estamos siendo estudiados por nuestro objeto de estudio.
Eso no está en la web, pero asumiendo que es difícil que gasten 4.000 pesos en una publicación de esa calaña, les dejo las dos páginas pertinentes acá mismo.
Etiquetas: black metal, comentario de libros, JC